Gomorra (y sus narcisos)
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Ahora hay quien lo llama 'city branding', pero no pasa de ser una marca, una marca como cualquier otra, aunque, en este caso, sea el nombre de una ciudad. En una ciudad, como en casi cualquier otro aspecto de la vida, el nombre importa. Y mucho. Incluso para lo malo, ya que la eficacia de un nombre adecuado cumple siempre una misión. Para entenderlo basta con recordar algunas 'marcas' de personas asociadas al mal, cuyo éxito es innegable: Drácula, Landrú, La Vieja Arpía... Lo mismo pasa con las ciudades. Si te llamas 'Sodoma', tienes una buena parte del camino ya hecho. Es una denominación extraordinaria. Me imagino, por ejemplo, una macrodiscoteca en Ibiza con ese nombre: triunfo garantizado. Sin embargo, si tu nombre es 'Gomorra', por muy mala que seas como ciudad, por muy desalmados que sean tus habitantes, estás condenada al ostracismo más severo. Nadie te va a tomar en serio. Sí, ya sé que la histórica metrópoli conocida con ese nombre fue destruid...