Turismo de platino

 [Publicado en el número de mayo de 2022 de Informex Informales]



Son tres los factores que convierten a los séniors en el target más rentable, en el que el turismo encontrará su recuperación. 

El primero es su mayor solvencia económica, superior al resto. Recordemos el dato de los 17.960 euros de gasto medio por persona sénior, 4.000 euros por encima del realizado por los que tienen entre 25 y 49 años.

Su disponibilidad a viajar en cualquier época del año es firme, lo que para el sector supone beneficiarse de un mayor flujo desestacionalizado, frente a otros grupos, aún activos laboralmente, y que, por tanto, concentran sus períodos vacacionales en momentos de alta demanda. 

El tercer factor es que tienen una mayor diversidad de motivos y alicientes por los que viajar: los séniors no son solo –que también– turismo de sol y playa, naturaleza, gastronomía, cultura… son personas que buscan experiencias que permiten al sector crecer en oferta y atractivo de la demanda. 

Los séniors son sumamente activos y están predispuestos a viajar, casi en cualquier circunstancia o situación.

Tal y como señala Mapfre en su informe Ageinomics, ‘Siete de cada diez consumidores sénior han viajado por ocio durante el último año. La mitad de ellos en más de una ocasión’. Y ello, considerando que los datos se recabaron en el año 2021, de aún incipiente recuperación. Si hay un turista excelente es, sin duda, el sénior.  Ya en pleno 2022, todo apunta a que este año -al menos desde el punto de vista del viajero sénior-, hay margen para alcanzar o, al menos, aproximarnos a las cifras prepandemia, que alcanzaban según observa el Barómetro Sénior el 82% de la población mayor. Teniendo en cuenta que a las ganas de volver a la normalidad se suma el hecho de que el segmento sénior sigue creciendo, las expectativas para el sector son esperanzadoras. Y, al menos, el 85% declaraban en la encuesta realizada por Mapfre su intención de recuperar sus hábitos de turismo, principalmente a destinos nacionales, en los que se concentra el 63% de este grupo de edad: fuera de su comunidad autónoma, pero en territorio español. 

Buenas expectativas para el sector turístico y todas las actividades colaterales que con él se relacionan, desde la restauración a la oferta de ocio.

Concordamos con Mapfre Ageinomics al afirmar con rotundidad que ‘Los séniors españoles continúan siendo un motor turístico, especialmente a nivel nacional’. Conviene, además, tener en cuenta que ‘En su consumo apoyan la transición a modelos más sostenibles, penalizando el mal comportamiento corporativo, pero no muchos están dispuestos a pagar los costes verdes de dicha transición’. Este hecho no es, sin embargo, un obstáculo para la rentabilidad de su demanda, pues está más que compensado por la frecuencia con la que viajan. 

Es importante señalar que existe entre la población sénior una alta conciencia ambiental, sostenible y ecológica que ofrece grandes posibilidades relacionadas con los viajes. El sénior como consumidor (y como turista) está concienciado en índices de hasta un 20% por encima de grupos más jóvenes, lo que también es un punto a favor de considerar la relevancia del sénior como usuario de servicios turísticos: respeta el enclave, lo vive y disfruta con frecuencia y lo recomienda, ejerciendo un efecto de arrastre sobre la unidad familiar y sobre su núcleo social.

Los séniors hacen brillar mucho más el sol del turismo.


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